El puesto de vendedor, es uno de los cargos a los que generalmente opta todo aquel que inicia su trayectoria laboral y por este motivo tendemos a pensar que se trata de un trabajo sencillo que se puede ejecutar sin mayores conocimientos. Pero lo cierto es, que el mundo comercial se torna cada vez más competitivo y solo quienes se han formado a través de un curso técnicas de venta conocen las estrategias para destacarse en este ámbito.
Ahora bien, entre tantas personas que se postulan para ocupar este cargo, ¿Cómo podríamos destacarnos para resultar seleccionados? Muy sencillo, teniendo las cualidades que buscan las mejores empresas y para que tengamos una idea de lo que se requiere, he aquí algunas de ellas:
- Buena apariencia: como dice el refrán, una imagen vale más que mil palabras y si nuestra apariencia no se muestra limpia, ordenada y amable, no lograremos ser el tipo de trabajador que ayude a incrementar las ventas.
- Honestidad: aunque en apariencia un vendedor es un maestro de la manipulación, la realidad es que su trabajo es persuadir resaltando los elementos llamativos de un producto, sin vulnerar la confianza que el usuario o consumidor pone en él. Es todo un reto, porque es muy sencillo convencer mediante exageraciones o mentiras, pero un verdadero experto logra el mismo resultado sin recurrir a tales medidas.
- Habilidad para prospectar: esta es una cualidad muy valorada por los jefes, ya que implica conocer los diferentes tipos de clientes, el mercado e investigar hasta dar con las personas que encajan en el perfil adecuado para interesarse por el producto en venta.
Algunas de estas cualidades son innatas en algunas personas, sin embargo, todas pueden ser adquiridas si se posee la formación adecuada y nos esforzamos por desarrollarlas hasta dominar las técnicas propias del mundo comercial.